El huracán Erick se degradó a categoría uno por la mañana de este jueves, causando daños principalmente en Oaxaca, como derrumbes, inundaciones y cortes de energía, afortunadamente sin víctimas. Es de notar la diferencia significativa en materia de protección civil de la actual administración respecto a la anterior: amplia difusión, medidas preventivas efectivas, mayor coordinación de las autoridades federales y estatales, incluso ya listas para actuar, desde para implementar el Plan DNIII-E y el Plan Marina, hasta las brigadas de CFE para realizar las reparaciones correspondientes a la brevedad posible.
Con la baja de intensidad de Erick también el alivio llegó a Acapulco. El puerto lleva dos años seguidos en los que los huracanes han causado estragos. Primero fue Otis en octubre de 2023, huracán en categoría 5 el cual provocó innumerables daños a la infraestructura, varias de ellas todavía visibles, además de por lo menos 50 muertos y decenas de desaparecidos.
No había transcurrido un año, cuando en septiembre de 2024 el huracán John llegó a Acapulco, con categoría 3, pero con una precipitación muy alta: de 1,450 milímetros, mientras Otis apenas fue de 266 mm., provocando inundaciones en varias colonias y comunidades rurales. Y así, pareciera que Acapulco está condenado a depender de que la naturaleza sea benevolente -como al parecer será con Erick-, o que traiga el desastre con el consecuente y enésimo plan de rescate.
Las “catástrofes naturales no existen”, opinan categóricos los expertos. La rigurosidad de la frase se basa en que, en realidad, las catástrofes son situaciones que se agravan cuando se actúa con irresponsabilidad ante los fenómenos naturales, al invadir espacios naturales, alterar los ciclos del agua, carecer de infraestructura adecuada, segura y resiliente. Y eso es lo que ha pasado en Acapulco, pero también en Villahermosa, o en Chalco.
En el caso del puerto guerrerense, hay dos problemas que urge atender: el uso de suelo y la regulación de sus ríos. En el caso del primero, se han construido viviendas y unidades habitacionales en zonas que por naturaleza son de regulación de aguas. Ligado al anterior, está regular los ríos que pasan por Acapulco, para lo que se necesita una presa, proyecto que ha estado detenido por 20 años, la famosa presa de La Parota, precisamente sobre el cauce del río Papagayo.
Mientras estos problemas no se solucionen, Acapulco seguirá dependiendo de los caprichos de la naturaleza y de rescates cada vez menos cuantiosos pues parecerán irse cada vez más a un pozo sin fondo, con las consecuentes pérdidas de vidas, daños a infraestructura y pérdidas materiales.
Policía de Proximidad y Cuadrantes
Pese a que el Gobierno de la Ciudad de México anunció con bombo y platillo esta semana la puesta en marcha del modelo de Policía de Proximidad, que contempla el programa de Cuadrantes, habría sido prudente que alguien le hubiera comentado a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, que dichas estrategias llevan al menos tres sexenios en funcionamiento.
En su discurso del pasado miércoles, la titular del gobierno capitalino dio a conocer que como parte del modelo de Policía de Proximidad y el programa de Cuadrantes, oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana visitarán casa por casa para presentarse ante la ciudadanía e informarle su nombre, así como su número telefónico. No obstante, la misma estrategia de seguridad fue presentada originalmente en mayo de 2011 por Manuel Mondragón y Kalb, quien fungía como Secretario de Seguridad Pública del entonces Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon.
Hace 14 años, el esquema contemplaba la división territorial de la ciudad en 918 cuadrantes, delimitados por factores geográficos, actividad comercial, habitantes y población flotante. Asimismo, también consideraba que el personal de Policía de Proximidad mantuviera un vínculo permanente con los ciudadanos, a través de visitas domiciliarias, donde los policías se pondrían a las órdenes de las y los vecinos.
En esta ocasión, abarca mil 020 cuadrantes en las 16 alcaldías de la Ciudad de México, con conocimiento de la zona, más cercanía, menor tiempo de respuesta y efectiva vigilancia del terreno, con el fin de incidir en la percepción ciudadana de seguridad y buscar una mayor reducción de la incidencia delictiva, que según la propia Jefa de Gobierno ha disminuido en 60 por ciento desde 2019.
Lo cuestionable del tema no es de ninguna manera la estrategia de seguridad, ya que está probado que ha rendido frutos. Lo verdaderamente criticable es que nadie le haya advertido a la mandataria capitalina que la Policía de Proximidad y los Cuadrantes ya existían y que las autoridades no van a descubrir el hilo negro al señalar que es una forma de gobernar, desde el territorio y cercanos a la gente.
Una segunda oportunidad para la minería nacional
De particular relevancia es el anuncio hecho por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien dio a conocer el inicio de una nueva etapa en la política minera. Con la instalación del Primer Comité Educativo de Minería México 2025 -un órgano multisectorial que conjunta a 26 instituciones académicas, universidades, empresas mineras, asociaciones y autoridades federales-, se abre la posibilidad de replantear uno de los sectores más castigados durante la administración anterior.
A lo largo del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, las políticas sobre esta industria fueron marcadamente restrictivas. De entrada, se aprobó una ley minera que redujo la duración de las concesiones de 50 a 30 años; se establecieron condiciones más estrictas para su conservación -como la obligación de demostrar de su uso efectivo así como el cumplimiento de evaluaciones sociales y ambientales-; la prohibición de explotación en áreas naturales protegidas, y se proscribió en regiones en donde no hubiera mediado una consulta a las comunidades indígenas.
Paralelamente, se canceló el otorgamiento de nuevas concesiones, se nacionalizó el litio y se estableció una narrativa perversa en donde se presentó a la minería como enemiga del medio ambiente. Si bien son innegables los abusos que se cometieron durante administraciones anteriores, también es cierto que el resultado fue una parálisis del sector que desincentivó la inversión y desató una serie de conflictos jurídicos a nivel internacional.
La estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum apunta a disminuir la dependencia de minerales provenientes del extranjero, lo que plantea el fortalecimiento de la industria nacional y una mayor integración con el sector privado. Lo deseable, para alcanzar un reordenamiento de fondo, tendría que atravesar por encontrar un equilibrio entre la soberanía de recursos, la atracción de inversión y el desarrollo sustentable. Para alcanzar estas metas se requiere una reforma regulatoria que ofrezca certeza jurídica a los inversionistas, sin renunciar al control estratégico del Estado. Implica la creación de asociaciones público-privadas bajo reglas claras y fiscalización efectiva; la promoción de valor agregado a través de cadenas productivas nacionales al tiempo que se establezcan estándares ambientales y sociales más rigurosos. La formación técnica también es una parte indispensable para impulsar la innovación tecnológica.
Una gran idea que rompe con los prejuicios del pasado. Esperemos que, como tantas otras, no acabe en el baúl de los buenos deseos…
Top 5 de puestos buscados en administración y finanzas
De acuerdo con datos del INEGI, alrededor de 2.7 millones de personas trabajan en actividades relacionadas con servicios financieros, seguros, y servicios de administración empresarial, lo que equivale a aproximadamente al 4.5% del total de la población ocupada en el país.
Computrabajo, la bolsa de trabajo más grande de Latinoamérica, identificó los cinco puestos más solicitados en administración y finanzas en México durante el primer semestre 2025: en primer lugar, auxiliar administrativo y contable; en segundo, gerente de sucursal; supervisor crediticio, en tercero; el cuarto lugar, recepcionista, y el quinto, contador.
Entre las habilidades blandas requeridas, se encuentran: pensamiento analítico y resolución de problemas, comunicación efectiva, gestión del tiempo, adaptabilidad al cambio y trabajo colaborativo. En cuanto a las habilidades técnicas: nivel avanzado de inglés técnico, dominio de principios contables y financieros, manejo de presupuestos y evaluación de costos, capacidad para interpretar análisis financieros, planificación y ejecución de proyectos, y conocimiento de regulaciones y normatividad.
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