La electromovilidad en México y Estados Unidos ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, impulsado por la necesidad global de transitar hacia energías limpias y reducir emisiones contaminantes.
Sin embargo, ambos países enfrentan desafíos importantes para consolidar una movilidad sostenible y eficiente. Una de las principales barreras que frena la adopción masiva de vehículos eléctricos, tanto en México como en Estados Unidos, sigue siendo la falta de infraestructura de carga.
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Crecimiento de la infraestructura de carga
En México, la producción de vehículos eléctricos (EV) creció un 72.27% durante los primeros meses de 2025, reflejo del dinamismo del sector.
La infraestructura de carga pública y privada también ha avanzado significativamente: en el primer trimestre de 2025, el país alcanzó 47 mil 456 puntos de recarga, de los cuales el 92.5% corresponde a la red privada y solo el 7.5% a la pública.
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Este crecimiento representa un aumento del 140% en estaciones de carga entre 2023 y 2024, con una duplicación de puntos de recarga pública en 2024.
No obstante, la distribución de estaciones sigue siendo desigual, concentrándose en grandes urbes como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, mientras que regiones rurales y otros puntos estratégicos aún presentan baja cobertura.
Mercado estadounidense
En Estados Unidos, la infraestructura de carga de vehículos eléctricos ha crecido aún más rápido, con miles de estaciones instaladas a lo largo del país, impulsadas por políticas federales y estatales que incentivan la electromovilidad.
En 2023, Estados Unidos registró 1.4 millones de autos eléctricos, un incremento del 40%, respecto al año anterior, de acuerdo con la AIE. No obstante, los centros de carga en pleno 2025 siguen siendo insuficientes.
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Infraestructura de carga; motor de la electromovilidad
De acuerdo con Ari Cassab, CEO de Samej Energy, startup de energía inteligente, el verdadero motor de la electromovilidad no solo son los autos, sino una infraestructura de carga útil para las personas, confiable y diseñada para acompañar sus trayectos con seguridad.
“Si queremos impulsar la transición hacia un futuro más sustentable y eficiente, necesitamos una red de infraestructura de carga que facilite la vida diaria de quienes apuestan por un vehículo eléctrico y, sobre todo, que contribuya a acelerar la adopción de energía limpia”.
En ese sentido, señala que Samej Energy está impulsando un paso estratégico en la industria con la instalación de una red de estaciones de carga ultrarrápida en Texas, en respuesta a los desafíos persistentes en cobertura.
El panorama en México es aún más complejo, ya que la red de estaciones de carga también resulta escasa y mal distribuida, en un contexto en el que existe una creciente demanda.
Agregó que diversos estados como Jalisco, Puebla o Yucatán, entre otros, están dando pasos significativos hacia la electromovilidad, impulsando agendas estratégicas enfocadas en la transición a energías verdes.
El CEO indicó que con proyecciones que anticipan una participación global de más del 40% de vehículos eléctricos hacia 2030, existe el potencial en Norteamérica de acelerar esta transición.
“Debemos tomar consciencia de que estos avances no dependen solo de autos, sino de una red de carga confiable y bien planificada”.
Finalmente, el reto es fortalecer la infraestructura eléctrica, ampliar la cobertura de estaciones de carga, fomentar la inversión privada y garantizar la interoperabilidad para acelerar la transición hacia una movilidad limpia y sostenible.
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