Dr. Luis Alberto Quezada Téllez / Mtro. Arturo Torres Mendoza.
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Escuela Superior de Apan.
Todos sabemos que el agua es un recurso vital, pero en México su distribución y administración está lejos de ser justa o sostenible. Desde el oriente del estado de Hidalgo un estudio revela las regiones con abundancia o escases de agua subterránea en el territorio nacional, y cómo gran parte de la problemática radica en la forma en cómo se gobierna.
Dos Méxicos: Sur Abundante, Norte en Crisis
De acuerdo a una selección de 31 acuíferos de los 653 que cuenta nuestro país, el 42% de ellos presenta una disponibilidad media anual negativa (déficit); mientras que el 58% restante refleja un manejo razonable (superávits) hasta el momento.
Los resultados más destacados se presentan en acuíferos como Tuxtepec (Oaxaca) o Río Cañas (Sinaloa), que tienen superávits de más de 300 millones de m³ al año. En cambio, zonas como Cuatrociénegas (Coahuila) o Sabinas (Zacatecas) sufren déficits alarmantes, con hasta -200 millones de m³. Esta desigualdad no se debe solo a la naturaleza, sino también a un sistema centralizado que no considera las actividades de gestión del recurso.

El problema: Normas rígidas, fiscalización débil
Aunque las leyes mexicanas reconocen el agua como un derecho humano, en la práctica persiste un modelo deficiente y centralista, donde: los usuarios no tienen participación en las decisiones; las concesiones (extracción mediante pozos) otorgadas obedecen a las necesidades del ser humano; y, sobre todo, hay poca transparencia en el manejo del recurso.

Solución: Gobernanza por cuenca y participación ciudadana
Este estudio propone un cambio radical en el modelo actual, tomando como ejemplos el Consejo de Cuenca del Río Colorado (EUA-México) o la participación de comunidades indígenas en la gestión de agua en Nueva Zelandia. Algunas claves en consideración son:
✅ Fortalecer la vigilancia ciudadana para evitar sobreexplotación. Implementación de Apps y el uso de drones para reportar el uso de pozos ilegales.
✅ Reconocer el agua como bien común, no solo como un recurso económico. Nivelación de parcelas para la reducción del consumo de agua en el sector agrícola y regular las concesiones en megaproyectos industriales en zonas críticas.
Uno de los mensajes claves de esta investigación es que, para evitar crisis hídricas futuras, México necesita menos escritorios tomando decisiones y más diálogo entre el gobierno, la academia y las comunidades. Por lo anterior, es prioritario que los tres actores propongan estrategias para una gestión del agua con una visión sustentable. El agua nos une a todos, y su gestión debería hacerlo también.
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