El pasado 13 de junio de 2025, se llevó a cabo el evento Team Building Lab, un encuentro diseñado por Grupo Ziike y Elementum para líderes, responsables de talento humano y tomadores de decisión. Y el resultado no pudo haber sido más impactante.
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Asistencia y energía vibrante
Con una convocatoria que superó las expectativas, el recinto se llenó de personas ávidas por vivir una experiencia que, en lugar de limitarse a la teoría, prometía trabajo real con emociones reales. Desde los primeros minutos, el ambiente se cargó de ritmo: saludos, emociones, miradas expectantes y una energía colectiva lista para actuar.
Más que aprendizaje, fue transformación
A lo largo de la jornada, los asistentes participaron en dinámicas de alto impacto orientadas a activar los cuatro elementos esenciales de la cultura organizacional:
- Tierra (estructura y confianza)
- Fuego (propósito y energía interior)
- Aire (visión compartida y comunicación)
- Agua (empatía y cohesión emocional)
Estas actividades no eran meros juegos: estaban diseñadas para confrontar miedos, desafiar hábitos automáticos y despertar un liderazgo auténtico.
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Momentos que marcaron el día
- Rompimiento de creencias: El ejercicio de romper una tabla con la mano se convirtió en un símbolo poderoso. Antes de hacerlo, cada persona escribió en la tabla una creencia limitante que deseaba dejar atrás. El impacto emocional al romperla no fue físico, fue mental y espiritual: una declaración de transformación.
- Respiración consciente (Breathwork): A través de una poderosa sesión de respiración guiada, los asistentes accedieron a estados profundos de claridad, liberación emocional y energía vital. Una experiencia que conectó mente, cuerpo y emoción en un solo flujo.
- Inmersión en hielo: El momento de entrar en el hielo fue un acto de coraje y control interno. Con el acompañamiento adecuado, cada participante cruzó el umbral del miedo y experimentó en carne propia lo que significa estar presente, mantenerse firme y descubrir su poder interior.
- Caminata en brasas: El cierre fue un ritual colectivo inolvidable. Con cada paso sobre las brasas encendidas, las personas sellaron su compromiso con una nueva versión de sí mismas. No se trató de fuego, se trató de decisión, propósito y liderazgo en acción.
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Lo que se llevaron los participantes
Al salir del evento, muchos comentaron haber vivido una ruptura interior:
- Reinventarse como líder capaz de inspirar cambios desde el ejemplo.
- Reconectar con su propósito profesional y entender cómo llevarlo a su equipo.
- Sentir un renovado compromiso con su organización, marcado por un sentido más profundo de pertenencia.
Uno de los asistentes resumió:
“Estoy muy sorprendida de que existan empresas que quieren generar consciencia de forma integral en las empresas que trabajan en compañías y corporativos”.
Impacto real y futuro sostenible
Más allá de las emociones del día, las empresas que mandaron a su gente a este laboratorio vivencial ya comenzaron los primeros pasos del cambio:
- Equipos que han perdido foco, puedan volver a alinearse.
- Personas distantes, inicien conversaciones más auténticas.
- Líderes, que desarrollan un nuevo rol de mayor impacto.
Todo esto valida el hecho de que la cultura no se cambia desde un manual, sino desde la vivencia.
Conclusión
El Team Building Lab de junio de 2025 no fue un simple evento corporativo. Fue una experiencia épica, vivida en cuerpo y alma. Los participantes no solo aprendieron, sino que despertaron. No solo reflexionaron, sino que actuaron. No solo conocieron, sino que cambiaron.
Y así lo demuestra la transformación inmediata en lo personal y lo profesional. Este evento confirma que, para cambiar una cultura organizacional, primero hay que empezar por mirar hacia adentro.
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