Tomando distancia de AMLO

Esta semana, las y los reporteros que cubren las Mañaneras del Pueblo fueron notificados sobre 30 lineamientos que deben seguir para asistir a las conferencias de la presidenta Claudia Sheinbaum, celebradas en Palacio Nacional. Lo que llama la atención no es precisamente la forma en que se presentó el reglamento, sino lo que pareciese el fondo del tema.

El documento establece que la ocupación de los 16 lugares de las dos primeras filas, que tendrá paridad de género, será rotativa con la finalidad de que todos los comunicadores puedan acceder a dichos espacios, pero no garantiza el uso de la voz ya que es la propia presidenta quien lo determina en cada ocasión. 

Asimismo, en caso de otorgársele el uso de la palabra, cada comunicador podrá exponer tres temas de interés periodístico y su turno no corresponderá a un intercambio de opiniones, además de que las denuncias ciudadanas que se planteen deberán estar relacionadas con investigaciones periodísticas, no con temas personales ni para publicitar algún producto, marca o servicio ni para presentar documentos directamente a la presidenta.

Y uno de los puntos más importantes, señala que se verificará que la información generada sea difundida y se vea reflejada en materiales periodísticos, por lo que la transgresión de cualquiera de dichos lineamientos puede causar la cancelación temporal o permanente de la acreditación.

Con estas medidas se eliminan posibles privilegios de seudo reporteros o “favoritos” del ex vocero Jesús Ramírez, quienes desde el sexenio pasado “cubrían” las mañaneras del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, además de que la conferencia retoma de lleno su objeto periodístico ya que en momentos llegó a convertirse en foro de exposición de temas personales o pliegos petitorios de grupos u organizaciones que lograban colarse al salón Tesorería. Esperemos que se lleve a la práctica y no quede solamente en la teoría.

Trump: la política del espectáculo

Para no perder la costumbre, la concatenación entre la narrativa y los acontecimientos volvió a poner en evidencia a un Donald Trump que se jacta de ser impredecible –dependiente de su intuición-, probablemente la mayor deficiencia en un jefe de Estado que invariablemente termina por ser poco confiable.

Su anuncio del fin de las hostilidades entre Israel e Irán, mientras continuaba la guerra de bombardeos, pusieron en evidencia su desesperación por entregar resultados inmediatos –sin importar su confirmación, tras la ola de fracasos que lo han acompañado a lo largo de su gestión y que lo llevaron a ser bautizado con el acrónimo TACO (Trump Always Chicken Out).

Trump no termina nada, no busca cerrar ciclos, resolver conflictos. Lo suyo es atacar –los argumentos son lo de menos-, vociferar, amedrentar; porque para su lógica “política” –que es más mediática que institucional-, lo importante no es la resolución sino atraer la atención.

A poco más de cinco meses de que empezó a ejercer su segundo mandato, ha exhibido una serie de espectaculares anuncios apocalípticos, amenazas globales… Y ninguno ha llegado a una conclusión clara. Lo de Irán es tan sólo el ejemplo más reciente. Todo apunta a que los bombardeos a los centros nucleares del gobierno islámico terminarán por ser más un golpe de efecto que en los hechos permitirá a los científicos iraníes seguir avanzando en su programa nuclear desde la clandestinidad, porque hasta ahora no hay evidencia de su eliminación.

En febrero propuso que Estados Unidos tomara el control de Gaza para reconstruirla y convertirla en una especie de la “Riviera de Medio Oriente”. Un delirio propio de un agente inmobiliario. No hubo un seguimiento, ni aliados, ni proyecto ejecutivo todo quedó en el aire en donde sigue flotando.

En abril, el famoso “Día de la Liberación”, con una oleada de aranceles a países amigos y enemigos por igual, provocó una histórica caída bursátil. No ha habido una negociación ni un plan económico articulado. Una estratagema para afirmar su liderazgo a costa del caos mundial.

Lo mismo ocurre con la migración: en enero lanzó la operación safeguard para arrestar y deportar indocumentados en ciudades santuario. Las redadas iniciaron con un gran despliegue mediático, no está claro si se alcanzaron las metas ni tampoco si se terminaron, el objetivo era generar temor, los números era lo de menos.

No tendríamos que sorprendernos, Trump siempre ha sido el mismo Trump ¿Quién no recuerda la promesa durante su primer mandato de construir un muro que pagaría México? O las denuncias de fraude en 2020 de las que nunca presentó pruebas sólidas. O las sanciones comerciales a China por haber engendrado el virus del covid-19 que nunca llegaron, su objetivo oculto si se cumplió: atención, distracción, polarización.

Trump sabe perfectamente que en una época de saturación informativa queda poco espacio para los finales, los consumidores buscan desenlaces rápidos sí, pero siempre están dispuestos a negociarlos por inicios suficientemente estridentes. No hay política pública, hay trenes de imágenes, puestas en escena. La memoria cada vez es de más corta duración.

Respetan diversidad sexual

En los centros de trabajo se respeta la diversidad. Eso es lo que señala el “Termómetro Laboral” de OCC, la bolsa de trabajo en línea líder en México, el cual reveló que temas como la inclusión, la diversidad y el respeto en el ámbito laboral cobran especial relevancia, de acuerdo con el 65% de los trabajadores en México.

Con el objetivo de conocer la percepción de las personas trabajadoras sobre este tema, la bolsa de trabajo en línea líder en México realizó una encuesta del 16 de mayo al 22 de junio entre dos mil 264 trabajadores.

El 21% de los encuestados opina que, aunque en general hay respeto, aún existen áreas por mejorar, el 7% aseguró que persisten actitudes poco respetuosas, el 5% dijo no tener una opinión al respecto y el 2% prefirió no responder.

En cuanto a las edades, el 23% de las personas de entre 21 a 30 años identificaron áreas de mejora, mientras que el 9% de quienes tienen entre 31 a 40 años reportaron que han observado comportamientos poco respetuosos.

La encuesta también preguntó cómo se gestionan los actos discriminatorios hacia personas de la comunidad LGBT+ en el entorno laboral y el 43% indicó que en sus centros de trabajo se toman medidas claras e inmediatas, 32% afirmó no haber presenciado ninguna situación de este tipo, 13% comentó que, aunque se reconoce el problema, no siempre hay consecuencias, 7% señaló que estos actos se ignoran, minimizan o normalizan y 5% no respondió.

Resulta relevante el ejercicio ya que permite conocer los distintos niveles de percepción sobre el respeto a la diversidad sexual en el ámbito laboral, así como las áreas de oportunidad en la gestión de ambientes inclusivos y libres de discriminación.

Más profesores jubilados que trabajando

Una vez superado el paro magisterial previo a la elección judicial, los integrantes de la CNTE se olvidaron temporalmente de pedir imposibles como desaparecer las Afores o el aumento del 100% salarial, lograron bajar a 58 y 56 años la edad de jubilación para hombres y mujeres respectivamente, y seguirá reduciéndola a partir de 2028 hasta llegar a 55 y 53 años para 2034.

Es decir, al cabo de unos años, tendremos más profesoras y profesores jubilados que dando clases, significando una carga fiscal considerable que le tocará lamentar y resolver a quien encabece la Presidencia dentro de un par de décadas tal vez, tratando de entender a qué se refería el secretario de Educación, Mario Delgado, cuando dijo que se trataba de una “inversión adicional”.

No sólo es la edad de jubilación. A mediados de mayo se anunció un aumento salarial de 9 por ciento retroactivo a enero a incrementarse un punto porcentual en septiembre, para quedar de 10 %. Entonces, los agremiados de la CNTE no cedieron y se aferraron a su estratagema de desaparecer las Afores, sabiendo que les concederían muchas cosas menos eso. Pero pasó la jornada electoral judicial del 1º de junio y, sin mucha explicación, levantaron el paro.

Esta relación tóxica con el magisterio es una herencia priista de la que no se salvaron y, por el contrario, los gobiernos panistas de Fox y Calderón fomentaron con Elba Esther Gordillo y su SNTE, dejando la operación sobre la disidencia en los gobiernos locales, como el de Oaxaca, con ocasionales conflictos desbordados, como en Oaxaca en 2006. La diferencia es que ahora, tanto con AMLO como ahora Sheinbaum, han tenido un sindicato magisterial dócil -el SNTE-, sin una dirigencia que le guste jugar en las grandes ligas, y un ala sindical -la Coordinadora-, que pueden también usar a su favor… pero que cobra caro y no tiene llenadera.

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