Muchas veces el silencio puede convertirse en la peor de las respuestas. Se cumplieron los quince días señalados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para levantar la suspensión a las importaciones de ganado mexicano luego de que se detectaran brotes de gusano barrenador en el sur del país. El mutismo ha sido total por lo que las autoridades sanitarias de nuestro país deshojan la margarita para tratar de adivinar si en las próximas horas se anunciará una extensión o se presentará una resolución definitiva.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Seder), Julio Berdegué, tiene instrucciones precisas de conversar a la brevedad con su homóloga estadounidense Brooks Rollins, para encontrar una solución satisfactoria para ambas partes. El tiempo esta corriendo en detrimento de los ganaderos nacionales quienes no sólo están dejando de percibir los recursos proyectados por sus ventas, sino que estan teniendo que desembolsar fuertes cantidades de dinero, que no tenían contempladas, para que la operación no se les escape de las manos.
Sonora y Chihuahua son los estados mayormente afectados, tan sólo el año pasado movilizaron en conjunto cerca de 900 mil cabezas de ganado. Las pérdidas económicas tras la suspensión del 11 de mayo se estima que pudieran alcanzar los 171 millones de dólares en una industria que genera anualmente una cantidad que sobrepasa los mil millones de dólares.
A principios de mes, México y Estados Unidos lograron integrar un Comité Binacional mixto en el que participan igual funcionarios de diferentes niveles que representantes del sector. Hasta ahora la propuesta a la que se le ve mayor potencial es la instalación de una planta de producción de moscas del gusano barrenador estériles, como la que funcionó durante décadas en Chiapa de Corzo, Chiapas, misma que dejó de operar en mayo de 2013, sin embargo, la USDA aún tendrá que dar su aval.
No hay que perder de vista que la reaparición del gusano barrenador del ganado, tras su férreo control, es producto de la negligencia institucional, que bajo una lógica de austeridad fue debilitando la infraestructura sanitaria nacional; las autoridades privilegiaron la reactividad sobre la prevención; paralelamente, la falta de monitoreo en puntos fronterizos permitió que el brote se extendiera sin posibilidades de una detección temprana.
Del lado mexicano se acusa de un trato desproporcionado y discriminatorio contra un socio comercial del más alto nivel, lo que no necesariamente viola el Capítulo 9 del T-MEC, que en materias sanitarias y fitosanitarias permite a los países adoptar restricciones comerciales cuando se presenta un riesgo real para la salud humana, animal o vegetal. Este muy bien pudiera ser el caso.
La pausa de Shell
Shell da un paso táctico más en su pausa del negocio gasolinero de nuestro país, luego de 8 años de haber abierto su primera estación gracias a la reforma energética de la administración de Enrique Peña Nieto. En aquel entonces, con buenas expectativas de crecimiento, la energética británica preveía invertir mil millones de dólares en los siguientes 10 años. Incluso, en 2020, ya en el sexenio lopezobradorista, todavía se planteó la meta de tener 1,500 gasolineras y lograr una participación en el mercado del 15 por ciento justo para 2025.
Desafortunadamente nada de eso sucedió. En ello influyó el cambio de política energética desde el sexenio pasado, un ejemplo fue el retraso en la obtención de permisos para abrir nuevas gasolineras. Paulatinamente Shell fue cerrando gasolineras aunque -siempre con visión a largo plazo-, no vendió ninguna, probablemente esperando un cambio de señales con el nuevo gobierno. Sin embargo, no sólo no hubo cambios sino que se sumó el pacto gasolinero de 24 pesos el litro de magna, acuerdo al que Shell fue de las últimas cadenas en sumarse. Con miras a que se mantenga ese control de precios por el resto del sexenio, la compañía optó por reducir costos.
La multinacional llegó a un acuerdo con Iconn, para que la regiomontana propietaria de Petro-Seven y Seven Eleven, asuma la gestión de operaciones de Shell en México, a concluirse en el tercer trimestre de este año y todavía sujeto a la aprobación de las autoridades correspondientes. Es decir, se mantiene la marca y deja a Iconn operar la comercialización en nuestro país. Se trata de 214 gasolineras en 15 estados incluida la CDMX, algunas con tiendas de conveniencia, una plataforma de gestión de flotas y el negocio de suministro de combustibles.
Se ha querido relacionar la salida de Shell con la suspensión temporal del permiso de importación de combustibles de Valero, sin embargo, salvo la coyuntura, no se aprecia relación alguna, pues Shell mantiene intacto su permiso y no ha tenido problemas. Es por ello, y porque se mantendría la marca y estaciones a cargo de Iconn, que no es una salida completa de México, aunque sí un paso más a reducir costos operacionales y esperar mejores tiempos para, de darse las circunstancias, tener un regreso sin empezar de cero.
La CNTE y Morena
Algo turbio está pasando en la relación entre el movimiento magisterial y la Cuarta Transformación pues cada vez sube más de tono el nivel de tensión entre la CNTE y el partido en el poder, por lo que no sería de extrañarse que la elección judicial pueda ser la gota que derrame el vaso.
Durante el sexenio pasado, los maestros guardaron distancia con la administración de Andrés Manuel López Obrador, pero hoy en día la historia ya es diferente. Los encontronazos entre la presidenta Claudia Sheinbaum y la dirigencia de la CNTE son cada vez más frecuentes ante la cerrazón de los maestros y la radicalidad de sus exigencias.
Lo interesante del caso es que ha sido el propio partido Morena, el que ha postulado a varios dirigentes de uno de los más rudos bastiones de la CNTE, la Sección 22. Nombres como el oaxaqueño Azael Santiago quien fuera secretario general de esa fracción y actualmente se desempeña como diputado por representación proporcional, o Aciel Sibaja, también oaxaqueño, quien fungió como secretario de Finanzas de la Coordinadora y ahora es representante del partido guinda en la Cámara Baja, son algunos de los integrantes del magisterio que ocupan posiciones entregadas desde el Movimiento.
No obstante, ahora pareciera, que desde las entrañas de la CNTE hay fuego amigo en contra de la presidenta y de Morena, al no estar de acuerdo con el aumento salarial del 9 por ciento que el gobierno les ha ofrecido, lo que les ha parecido insuficiente al grado de asegurar públicamente que no aceptarán “migajas”.
Y es precisamente el estado de Oaxaca, uno de los que más militantes aporta a la CNTE y uno de los que más escuelas tiene en paro con 12 mil 484, seguido de Chiapas con tres mil 388 planteles sin clases, Zacatecas con dos mil 195 y Guerrero con mil 375.
Pero, ¿qué podrían representar estas cifras? Justamente que en varios estados de la República, particularmente en esos donde la CNTE acumula el mayor número de sus agremiados, pudiera darse un llamado masivo entre sus integrantes a no votar o, como ya hemos mencionado, a que se impida que las escuelas de esas entidades sean utilizadas como casillas. De ese tamaño es el problema para la 4T.
La frustración del ghosting laboral
Es recurrente que, luego de una entrevista o proceso de contratación laboral en los cuales el aspirante haya quedado con buenas expectativas, pasen los días y termine sin tener respuesta. Muchas áreas de recursos humanos parten del supuesto de que así funcionan las cosas y que no es necesario mantener el contacto con los candidatos descartados. Sin embargo, ofrecer una experiencia ágil, empática y transparente a los candidatos en los procesos de selección se ha convertido en un factor clave para fortalecer la efectividad del área de recursos humanos y la reputación de la empresa como empleador.
De acuerdo al Indicador del Empleo de mayo de Computrabajo, el sitio de empleo líder en Latinoamérica, al preguntar a los aspirantes a empleo respecto a los obstáculos que experimentan durante el proceso de reclutamiento y selección, 53% de los candidatos aseguran que es la falta de respuesta, seguimiento o desaparición repentina por parte de los especialistas de reclutamiento, conocida también como ghosting laboral. Otro obstáculo es la falta de retroalimentación para conocer las razones por las que fueron descartados del proceso (34%); un 8% aseguró que los procesos tardan demasiado y un 5% se refirió a lo innecesario de los requisitos solicitados.
Por el contrario, al preguntar a los candidatos sobre el aspecto que valoran más en los procesos de selección, mencionaron, en primer lugar, la rapidez en la respuesta, 31%; la claridad en la descripción del puesto, 28%; la comunicación constante, 24%; y el trato humano y cercano, 17%.
“Es importante entender que cada interacción con un candidato es una oportunidad para construir una relación, incluso si no es contratado. La forma en que se desarrolla y se cierra un proceso de selección puede dejar una buena impresión que impacte en la decisión de otros profesionales a la hora de postularse o recomendar a la empresa”, señaló Alejandra Martínez, responsable de Estudios del Mercado Laboral en Computrabajo.