El emprendimiento femenino se ha consolidado como un pilar fundamental para la economía mexicana, no solo por su impacto en la generación de empleo, sino también por su capacidad de innovar y adoptar modelos de negocio sostenibles, como la moda circular.
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Moda circular: oportunidad de negocio
En los últimos años, la moda circular, principalmente la compra y venta de ropa de segunda mano, ha emergido como una alternativa rentable y sostenible, en la que las emprendedoras mexicanas son protagonistas.
Diversas plataformas digitales han permitido que miles de mujeres generen ingresos extra a través de la moda circular, incluso este negocio es la principal fuente de sustento para muchas de ellas; al tiempo que contribuyen a la reducción de residuos textiles y emisiones de carbono al medio ambiente.
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Generación de ingresos
De acuerdo con la plataforma Vestuá, 3 mil 300 mexicanas han emprendido en el negocio de la moda circular, y obtienen ingresos mensuales de entre 15 y 20 mil pesos.
Cabe mencionar que, según un estudio realizado por la Secretaría de Economía y la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), las mujeres que venden productos a través de redes sociales como Facebook, WhatsApp, Instagram o plataformas de segunda mano, en el 2023 generaron ventas por más de 80 millones de pesos, lo que representa el 9% del comercio digital al menudeo en el país.
El mismo estudio refiere que hoy en día, existen más de 1.2 millones de mujeres activas en el comercio digital independiente, cuyas actividades no sólo impulsan el consumo interno, sino que benefician de manera directa a alrededor de 4.9 millones de personas, muchas de ellas dentro de sus propios hogares.
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Desafíos que enfrentan las emprendedoras
No obstante, a pesar del impulso que ofrecen las redes sociales para emprender, las mujeres aún enfrentan importantes desafíos como la falta de acceso a crédito, la ausencia de seguros o cobertura social, la informalidad fiscal y hasta la inseguridad, lo que limita sus posibilidades de escalar o formalizar sus negocios.
En este sentido, Joaquín Zavala, CEO de Vestuá, destacó que las emprendedoras también son gestoras, promotoras, repartidoras y proveedoras clave para miles de hogares.
“Apoyarlas no es solo una cuestión de género, es una apuesta inteligente por el desarrollo económico local, generar oportunidades sostenibles y fomentar el crecimiento inclusivo de nuestras comunidades”.
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Bienestar y seguridad de las emprendedoras
Por otra parte, en un contexto donde el 67.5% de las mujeres mexicanas perciben su entorno como inseguro, según datos del INEGI; cobran relevancia las alternativas que priorizan su bienestar y autonomía como emprendedoras.
En este sentido, a fin de apoyar a las emprendedoras, Vestuá les ofrece la posibilidad de la agendar una cita por internet para que la empresa recoja los productos en su domicilio. Posteriormente, la compañía se encarga de revisar las prendas, fotografiarlas, asignarles un precio y publicarlas en la plataforma.
“Este modelo beneficia a las emprendedoras porque antes debían hacer las transacciones principalmente mediante redes sociales y las entregas eran efectuadas por ellas mismas en puntos acordados con sus clientas o por medio de servicios de paquetería. Quedaba en evidencia la falta de logística profesionalizada y la exposición a riesgos durante las entregas”, añadió Zavala.
Agregó que la participación de las emprendedoras dentro del ecosistema digital informal las convierte en un actor económico de peso, cuya profesionalización podría significar un salto cualitativo para el comercio nacional.
“Para que estas emprendedoras puedan alcanzar su verdadero potencial, es indispensable que el sector público, las plataformas digitales y la iniciativa privada articulen esfuerzos para derribar las barreras estructurales que aún enfrentan”.
Destacó que facilitar su acceso a financiamiento, capacitar en habilidades digitales y brindarles seguridad operativa no solo fortalecerá su actividad comercial, sino que también consolidará una economía más incluyente, resiliente y sostenible en México.
Emprendedoras mexicanas
En México, las mujeres emprendedoras han incrementado significativamente su participación en la economía nacional: su impacto pasó del 33.3% en 2010 al 49% en 2020, según datos del Inegi.
Además, el 26% de las mujeres ocupadas ha iniciado su propio negocio, aunque la mayoría opera en la informalidad, lo que limita su potencial de crecimiento.
No obstante, las empresas lideradas por mujeres duplican sus empleados y cuadruplican sus ingresos y beneficios a largo plazo, y destinan más del 70% de sus recursos al bienestar de la comunidad y la familia, frente al 30-40% de los hombres.
Finalmente, en un contexto donde más del 36% de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) están lideradas por mujeres, el impulso de iniciativas emprendedoras femeninas resulta fundamental para el desarrollo económico y social del país.