Portafolio de inversión para principiantes ¡Invierte hoy!

Por Manuel Herrejón Suárez

Te has preguntado alguna vez ¿por qué, si trabajas duro, el dinero parece no alcanzar para más que lo básico? Y no, no eres solo tú. Muchos mexicanos viven atrapados en una rutina donde el ingreso se va tan pronto como llega: renta, comida, transporte, servicios…y lo que sobra (si algo sobra) queda en una cuenta de débito sin generar un solo peso extra. Pero aquí va una verdad incómoda: guardar tu dinero sin invertirlo es una forma silenciosa de perderlo.

La inflación parece no ceder y los bancos centrales del mundo, incluido Banxico, mantienen altas tasas de interés; aquí surge una oportunidad histórica para quienes están dispuestos a dar un pequeño pero decisivo paso: invertir.

No, no necesitas ser millonario, ni gurú financiero; sólo necesitas información clara, una estrategia sencilla y, algunos miles pesos para comenzar (el esfuerzo valdrá la pena). Y lo que viene a continuación es una breve guía que comparto contigo para que puedas armar tu primer portafolio de inversión, combinando seguridad, crecimiento y, por qué no, una pizca de riesgo inteligente.

1. La base: inversiones conservadoras para dormir tranquilo.

Primero lo primero; tu portafolio debe tener una base sólida y predecible. Aquí es donde entran los famosos CETES (Certificados de la Tesorería). Estos instrumentos emitidos por el gobierno mexicano te permiten obtener un rendimiento que hoy puede rondar entre 8% y 9% anual, dependiendo del plazo. No solo son seguros, también son líquidos, es decir, puedes retirar tu dinero al concluir el periodo que elijas.

¿Para qué sirven? Son perfectos para armar un fondo de emergencia o proteger tus ahorros de la inflación sin exponerte al vaivén de los mercados.

También puedes considerar fondos de inversión de deuda, donde una institución administra una mezcla de bonos gubernamentales y corporativos. Aquí el rendimiento estimado es un poco menor ( promedio 7% anual), pero ganas en diversificación.

¿Cuánto poner aquí? Te sugiero alrededor del 50% de tu portafolio. Esto será tu escudo frente a los altibajos económicos.

2. El motor: inversiones moderadas que hacen crecer tu dinero.

Con la base cubierta, vayamos por crecimiento. ¡Haz que tu dinero trabaje realmente para ti! Considero que los fondos de inversión diversificados son una excelente opción intermedia: combinan renta fija (bonos) con renta variable (acciones), y ofrecen rendimientos entre 12% y 15% anual, con menor volatilidad que invertir directamente en la bolsa.

Si quieres involucrarte un poco más, puedes comprar ETFs (fondos cotizados en bolsa) que replican índices como el S&P 500 (SPY, IVV) o sectores específicos como tecnología, salud o energía. Estos instrumentos, aunque más un poco más caprichosos, han ofrecido históricamente retornos del cercanos al 20% anual, claro, si se mantienen a largo plazo.

¿Asignación sugerida? 35% del portafolio. Este segmento es el músculo que hará crecer tu patrimonio con el paso del tiempo.

3. La apuesta emocionante: inversiones de alto riesgo y alto potencial.

Aquí entramos ya al terreno de lo especulativo. Y ojo, no es para todos, pero si lo manejas con cabeza fría y disciplina, puede darte muchas alegrías. Empecemos por las criptomonedas, en especial Bitcoin y Ethereum. Son volátiles, sí, pero también han sido protagonistas de crecimientos espectaculares en la última década. Si decides entrar, hazlo con dinero que estés dispuesto a perder… y con una visión de largo plazo.

Otra opción interesante que te pongo en la mesa, es el crowdfunding inmobiliario o de negocios, donde puedes invertir en desarrollos de vivienda, oficinas o incluso startups desde montos bajos (mil pesos). Algunas plataformas bien establecidas ofrecen rendimientos hasta del 25% anual, dependiendo del proyecto. Por favor, investiga y estudia a detalle las plataformas e instituciones antes de confiarles tus recursos.

¿Y cuánto destino aquí? Hasta un 15%, si tienes tolerancia al riesgo. Es tu dosis de adrenalina, y tu pase a la innovación y al crecimiento exponencial.

Invertir no es para ricos. Es para los que se cansaron de no avanzar.

La mayoría de las personas espera “el momento ideal” para invertir: cuando gane más, cuando tenga tiempo, cuando la economía mejore, cuando me vaya mejor…¡Para! ¡Hazlo ya! La realidad es que el momento ideal nunca llega hasta que tú lo decides. No se trata de adivinar el futuro, sino de prepararte para él.

Desde mi muy particular punto de vista, puedes empezar con esos 10, 15 mil pesos que tienes en la cuenta (puede ser más, puede ser menos, tú decides): abre una cuenta en CETESdirecto, compra fracciones de un ETF o prueba una plataforma de crowdfunding. Hoy, la tecnología ha democratizado el acceso a los mercados. No aprovecharlo sería renunciar voluntariamente al crecimiento.

Invertir no es solo un acto financiero: ¡es una declaración de independencia! Es decirle al espejo que no estás dispuesto a seguir viviendo al día. Es anticiparte, es tomar acción, es darle a tu “yo del mañana” el mejor regalo disponible en el mercado. ¡A invertir!

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